martes, 24 de junio de 2014

Las calles del franquismo en Valdemoro

Cada vez que vamos andando por las calles de nuestros barrios y nuestros municipios, vamos viendo y absorbiendo información y propaganda que los poderes del capital, representados en Ayuntamientos, han ido depositando en forma de placas de calles, de plazas o de nombres de centros públicos. Las vemos cada día, apenas las miramos, pero sabemos que están ahí. Lamentablemente, la pobre conciencia histórica que la juventud de nuestros barrios ha heredado hace que muchas veces no sepamos de quiénes son los nombres que rotulan nuestras calles.

Ya Karl Marx establecía claramente la diferencia entre infraestructura y superestructura, designando esta última al conjunto de instituciones y sistemas jurídicos, políticos e ideológicos de un determinado sistema productivo. Por ello, el repugnante hecho de que en ciudades como Madrid, permanezcan placas de calles dedicadas a Fanjul, Yagüe o Mola, no es solamente una banal huella física del paso de la dictadura, sino es signo de la connivencia de nuestra actual democracia burguesa con el fascismo del que es heredera.
La presencia de estos nombres, generales que se sublevaron en 1936 para evitar que el pueblo tomara el poder, para defender los intereses de los grandes oligarcas en contra de los campesinos y obreros, es del todo un ataque para los nietos de aquel pueblo revolucionario que se levantó contra el fascismo. Es la lucha de clases en forma de rótulo de calles y avenidas. Por eso es necesario denunciar la presencia de nuestros enemigos de clase en nuestras paredes. Así, ocurre en Valdemoro, con los siguientes ejemplos.

Una de las calles más céntricas del municipio es la calle Ruiz de Alda. Bien, Ruiz de Alda fue uno de los co-fundadores de la Falange Española junto al conocido José Antonio Primo de Rivera. Por ello fue, el 18 de julio de 1936, encarcelado en la Cárcel Modelo del Madrid resistente al fascismo. Su encarcelamiento no era caprichoso, efectivamente sus intenciones eran traicionar al pueblo de Madrid, dentro de la llamada quinta columna, llegando a liderar una revuelta interna en la cárcel.

Por otro lado, un personaje como José María Pemán también goza de una conmemoración. Pemán fue, por excelencia, el poeta propagandista del franquismo. Sus escritos siempre se caracterizaron por un desdén y rechazo hacia la clase obrera de trabajadores y campesinos, así como por un odio al comunismo.
No solo son personajes históricos los que gozan de este privilegio. El recientemente malogrado ex-alcalde Francisco Granados, inmiscuido en un caso de corrupción, tiene también una calle con su nombre. En Valdemoro bien sabemos de los privilegios que este personaje siempre ha tenido, de la enorme fortuna que ha amasado a costa de dejar un agujero negro de deuda a los vecinos y al pueblo de Valdemoro, por lo que no consideramos que merezca ningún tipo de reconocimiento.

C/Rosa Luxemburgo
Pero estos son solamente ejemplos, a los que podríamos añadir al Arzobispo Morcillo, que da nombre a uno de nuestros centros de F.P., y ya denunciamos (http://cjcvaldemoro.blogspot.com.es/2014/01/arzobispo-morcillo-el-personaje-que-da.html); o a la reciente apertura de una calle de Guardias Civiles Jóvenes, además de ya existir la calle de la Guardia Civil, el parque Duque de Ahumada (fundador de este órgano represor). ¿Dónde está la calle a las víctimas del terrorismo patronal? ¿Dónde un recordatorio a los y las comunistas asesinados y depurados en la Guerra Civil? ¿Dónde está la calle a los obreros? Es cierto que recientemente se ha abierto una calle llamada Rosa Luxemburgo, quizás en forma de lavado de cara, en la periferia de Valdemoro, pero cuando nos acercamos, vemos como la placa no ha sido aún colgada.

Mas a pesar de todo, los y las comunistas de Valdemoro somos conscientes, y así lo enunciamos, que no nos sirven pequeños regalos, que no se trata de una lucha por un pedazo de metal, sino todo lo contrario. Reclamamos nuestros espacios, desde cada adoquín. 

Porque las calles son del pueblo y el poder es del pueblo. 





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