Atención vecino/a: Se nos caen las farolas

Tenemos un nuevo y grave motivo por el que volver a preocuparnos por la nefasta gestión de los servicios públicos municipales.

Cuatro farolas con graves deterioros en tan solo 4 metros de distancia

El pasado sábado 27 de septiembre, en el parque Ana Tutor, una farola metálica de dos metros y medio se doblaba como una ramita y caía al suelo con un estruendo. Únicamente hizo falta el empujón de un niño pequeño para tumbarla, y el motivo de tanta fragilidad no tardó en descubrirse: la base de las farolas estaban completamente corroídas hasta casi no poder sostenerse sobre sí misma. La solución maestra de la empresa concesionaria del mantenimiento municipal: poner cinta americana. Así podríamos comer pipas felizmente en el banco de al lado sin ser conscientes de que cualquier día nos podemos quedar en el sitio de un farolazo.

Se presentan dos agentes municipales

Tras la sorpresa inicial, los pocos vecinos que se habían congregado en torno a la farola siniestrada, empezaron a descubrir, estupefactos, que el deplorable estado de ese punto del alumbrado público no era una excepción, sino que parece una peligrosa norma que se extiende por todo el municipio: no hay más que ver las alarmantes imágenes que adjuntamos. Muchas de las bases oxidadas de nuestras farolas penden de un hilo, literalmente hablando. Si la respuesta que podemos esperar de la empresa a la que hemos adjudicado los servicios de mantenimiento es la chapuza que os hemos contado, es para preocuparse un poco antes de salir a dar un paseo.

Volviendo a la misma mañana de sábado y al mismo parque, además descubrimos que no debe ser la primera farola que cae, puesto que muy cerca podemos encontrar la base desnuda de otro punto de luz, en el que aún podemos ver el cableado (quizá conectado a la corriente) y el metal oxidado que formaba parte de la base, todo ello al alcance de las niñas y niños, y de los animales domésticos.

Farola en mal estado de La Piña

Que los servicios públicos de Valdemoro dan mucha pena, no sorprende a nadie, pero cuando ya salir a dar un paseo se convierte en deporte de riesgo, exigimos que los responsables den una explicación, como mínimo. 

Sin duda, esto es consecuencia de las decisiones egoístas de un Ayuntamiento que vende nuestro municipio a empresas privadas, por definición ávidas de nuestro dinero, a pesar de que proporcionan un servicio muchísimo más caro y más precario.

Los Colectivos de Jóvenes Comunistas pretendemos tomar medidas para salvaguardar la seguridad de los valdemoreños y exigiremos explicaciones por las condiciones nefastas de nuestro mobiliario público y urbano.